Terapia familiar

La Terapia Familiar pretende ser un apoyo para facilitar la comunicación, resolver los conflictos y superar las dificultades, posibilitando una evolución en la dinámica familiar que pueda suponer el inicio de un cambio. Esta modalidad de terapia es un instrumento muy potente para abordar problemas de diferente índole y para descubrir nuevos modos de relación.

Cada familia es especial, única, con una manera de relacionarse y comunicarse construida a través del tiempo, en respuesta a todas las circunstancias que le ha tocado vivir tanto como grupo, como a cada miembro, individualmente, en su contacto con el mundo. Nuestra sociedad enfrenta a la familia a muchas situaciones problemáticas, de las que no siempre le es fácil salir sin una ayuda terapéutica adecuada.
El modelo de Terapia Familiar Gestáltica se fundamenta en el optimismo y la confianza en el potencial de los miembros de la familia y del propio sistema familiar para reformular sus patrones básicos. Todos los miembros de la familia tienen responsabilidad y, por tanto, juntos  se pueden superar los problemas.

Partiendo de esa base, en las sesiones de trabajo se concede una especial atención a la observación del proceso de interacción de los miembros de la familia (cómo están y cómo pueden estar)

Una vez que los miembros de la familia se apropian de sus comportamientos y roles, se aborda el proceso de toma de decisiones para propiciar el cambio, asumiendo cada uno la propia responsabilidad sobre sus actos. La Terapia Familiar se basa en un modelo sistémico, de forma que la posición de cada persona se considera un elemento del sistema que está llamado a ir más allá de la situación presente, a aceptar su responsabilidad y a encontrar una nueva posición.